Por ejemplo: cuando
un alumno sabe que extraer las ideas principales de un texto favorece su
recuerdo o que organizar la información en un mapa conceptual favorece la
recuperación de una manera significativa. De esta manera puede utilizar estas
estrategias para mejorar su memoria. Pero el conocimiento del propio
conocimiento no siempre implica resultados positivos en la actividad
intelectual, ya que es necesario recuperarlo y aplicarlo en actividades
concretas y utilizar las estrategias idóneas para cada situación de
aprendizaje.
La narrativa en años pasados era considerada una técnica o modo de
enseñanza ambigua y obsoleta. Por el sentido equivocado que se le daba, era
aburrida. No se le daban los elementos que detonaran el interés tanto para el
docente como para los educandos. Hoy a la par de la asignatura de español y
desde los primeros años de la educación incluso desde el jardín de niños se
practica esta manera de aprender: ablando o narrando, con hechos ficticios.